Mariana Abreu Olvera
Mariana Costa Villegas
Adriana Fournier Uriegas
Con especial agradecimiento y alegría presentamos el cuarto número de Pluvia, que se publica en el último mes de un año que ha estado lleno de incertidumbre, miedos, pérdidas y ansiedad. Un año que nos ha sacudido, que ha despertado y reforzado nuestra intención de mejorar las formas de relacionarnos entre personas y con el planeta mismo.
Cerramos un año que nos ha confrontado por completo y nos ha ofrecido la oportunidad de evaluar las estructuras existentes, de cuestionar las prioridades y de apreciar lo valioso, aquello que verdaderamente importa.
Las colaboraciones de este número están atravesadas por un impulso de transformación, una necesidad de pausar y volver la atención a aquello que solemos dejar de lado; nos invitan a aceptar el cambio, a luchar por él y a perder el miedo de abrazar la vida y las emociones.
Adriana Fournier Uriegas, en un ensayo visual y poético, hace una metáfora de la vida a través de su fascinación por lo que ocurre en un jardín. Valeria Cruz Villalba señala la preocupante trayectoria de las sociedades actuales y nos recuerda la urgencia de cambiar de rumbo. Ya no podemos apartar la vista de las enormes consecuencias ambientales y sociales que la crisis ecológica ha provocado y seguirá provocando si continuamos por el mismo camino. Casandra Simón cuestiona las estructuras impuestas y juega con nuestra concepción del arte. El texto de Eduardo Pineda Reyes nos acerca a lo que hay detrás de cada taza de café que tomamos. Nos invita a no dejar de gozar la simplicidad de lo cotidiano y aquellos momentos íntimos. La reseña de Alejandro Rodríguez George nos sumerge en una reflexión sobre el amor como una forma de emancipación frente a una idea convencional del apego y la posesión, con la cual nos invita a ver la película Retrato de una mujer en llamas. Nicolás Abreu Delgado hace un viaje a su interior y explora sus propias transformaciones, aquellas que causan incomodidad pero que siempre ayudan a avanzar, a seguir adelante. Por último, el dibujo de Sofía Abreu Olvera, “Fantasmas”, condensa sensaciones ambivalentes que coinciden con las emociones que atraviesan todas las colaboraciones de este número.
La intención de Pluvia desde su inicio ha sido crear un espacio de inspiración, de creatividad y de reflexión. Esperamos que encuentren ese sentido en este número y que su lectura sea motivadora.
Sigamos transformando...
Fotografía de Mariana Abreu Olvera.
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